Caza, pesca, naturaleza y vida

28 febrero 2007

Algo para recordar

Hoy tengo en mente dos películas que me dejó mi hermano el fin de semana, Aquiles y El último samurai. Las dos la verdad es que se parecen mucho, mucha batalla, mucha sangre, un trasfondo heroico en sus protagonistas y una curiosidad que no caí en la cuenta hasta que no las he vuelto a ver. 

En Aquiles, una de las protagonistas, la prima de Héctor, primogénito del Rey de Troya se enamora de Aquiles, quien da muerte a Héctor por matar a su primo Patroclo y en El último samurai Taka, mujer de un guerrero samurai al que mata el Capitan Algren (Tom Cruise) se enamora del propio Capitan Algren. Curioso ¿verdad? Es posible que aquello que mas daño te haga muchas veces nos atraiga, el hombre es simplemente un animal estúpido, cuyo elemento diferenciador del resto de animales solo le hace ser mas vulnerable. 

Sin ponerse mas filosófico solo quería hacer un recordatorio de todas aquellas películas que me han dicho algo, que tienen algún tipo de sentido para mi o que me simplemente me han gustado. Desde hace mucho tiempo mi película favorita es Los Inmortales, a la que ya hice referencia en algún momento anterior en el blog, pero muy cerca de ella están tanto Leyendas de Pasión, El rio de la vida, la trilogía de El Padrino, de Regreso al futuro, por supuesto Star Wars y El señor de los anillos. Creo que entre todas estas están mis películas favoritas y luego hay otras que por una razón o por otra marcaron ciertos momentos de mi vida. Una de ellas y solo una persona creo que lo entienda es El paciente inglés. Otra en Forrest Gump, por razones muy distintas a la anterior, también La lista de Schindler, El cazador, Alien II: El Regreso. Con eso creo que resumo todo lo que una persona al que le gusta el cine como a mi no debe nunca dejar de ver. Todas esas películas tienen una historia, una historia que me llama la atención. Tal vez de todas ellas, El rio de la Vida es la que mas me gusta, sobre todo por el tema de fondo, la pesca con mosca. No se, me veo muy identificado muchas veces en esa película, curiosamente con la figura de Brad Pitt, que por cierto somos clavaditos, pero bueno, eso ahora no es un tema a tocar. Dos hermanos que pescan con su padre y su padre todos los días les moja la oreja, coño, me suena mucho, me ha pasado muchas veces. La escena en la que Brad coge la trucha increíble que le lleva rio abajo es una pasada, la cara de preocupación y satisfacción del padre lo dice todo, y su hermano mayor observándole como pensando, que bueno es el jodío pescando. Lo que hace que esa película sea una de mis favoritas es sin duda el desenlace. Brad Pitt encarna a un personaje que tiene muchas virtudes y muchos defectos, como cualquier persona normal, pero uno de sus defectos le cuesta la vida (el juego). En la escena en la que le comunican a su hermano que le han matado hay un detalle que a mi me llegó al alma, era costumbre en muchos lugares romper los huesos de la mano derecha a los jugadores que hacían trampa o a los que no pagaban, y en este caso es así como muere Brad Pitt, pero yo a este elemento le doy una vuelta mas, lo llevo mas allá, imaginaros lo que podría ser para una persona como él, que en su niñez tenia muy claro que quería ser pescador profesional con mosca el no poder volver a pescar por no poder usar la mano derecha, casi era preferible que muriera ya que podría vivir sin cualquier cosa pero sin la pesca... complicado. Como en otras películas a las que hago referencia en esta entrada como El último samurai, Leyendas de Pasión, algunos de sus personajes tienen lo que se podría llamar UNA BUENA MUERTE.

27 febrero 2007

Tienes razón, merece una entrada

Como bien indica mi hermano Arturo, hay un personaje que marca claramente nuestra infancia y que yo identificaría como alguien parecido al quinto Beatle, en este caso un quinto Alonso. Si bien somos 3 hermanos de sangre, mi hermano paco aunque no sea de sangre también es mi hermano, pero hay uno mas, un desconocido, no para los mas cercanos, ese no es otro que Canuto. Canuto es un perro, un perro de la raza Teckel, bueno, para que me entiendan los neófitos en temas de canes, un perro salchicha. Es una raza especial, los hay de tres pelajes distintos, uno de pelo duro, otro de pelo corto y otro el del pelo largo, que por cierto es el mas bonito de todos y así era Canuto. Canuto era un perro genial, simpático, cariñoso, juguetón, con un ladrido que si no le veias acojonaba porque podías pensar que era un perro enorme. Recuerdo como si fuese ayer el día que llego a casa mi padre con él. Enfermito el pobre, recien sacado de la perrera, con los que mi padre tenía amistad ya que iban a recoger el pan duro a la fábrica y de ahí vino nuestro perro, de una perrera. Cuando llego era pequeñito, pero no un cachorro, pero enseguida se hizo el dueño de la casa. Tenía dos debilidades, mi madre, a la que adoraba y la otra era el domir con ropa de padre. Hay ciertas cosas que si no las ves no las crees. Canuto era capaz de hacer cosas asombrosas. En Madrid oía el ruido del coche cuando mi padre entraba en la calle donde vivíamos y lo reconocía. Lo mejor de todo es que reconocia el ruido del Peugeot 504 que teníamos y cuando cambió de coche, a un Citroen BX también era capaz de reconocerlo, pero es que también pasaba en La Cabrera. Cosas inexplicables la verdad. Cuando veía a mi padre desde el balcón nos partíamos porque se ponía como un loco a arañar el cristal para saludarle y era un auténtico show verlo. Mi madre siempre estuvo en contra de tener perro, pero luego fue de las que mas le quería, y quien mas le echaba de menos. De todas las historias que recuerdo de Canuto, hay tal vez un par de ellas que son las que más se me fijaron en la memoría. Solo mordió a dos personas en su vida, a una prima mía y a un amigo mio, los dos se lo merecieron, jejejejeje... Hubo una ocasión en la que estando en verano en La Cabrera mi padre siempre se iba a trabajar y Canuto salía detrás del coche corriendo, ladrando, como despedida, pues bien, un día salio corriendo y persiguió el coche de mi padre hasta la antigua general de Burgos. Yo salí corriendo pero fue demasiado tarde, no logre verlo y el caso es que cuando llegue a la carretera ni vi a mi padre ni a mi perro, con lo que fue la primera vez que sentí lo que se siente cuando crees que has perdido algo a lo que quieres. Regresé a mi casa llorando, cogí la bici y me puse a buscarle por todo el pueblo como un loco y nada, no logré encontrarlo y cuando llegue a casa, con los ojos llenos de lágrimas (tendría yo 11 0 12 años como mucho o tal vez menos) pues le veo que esta ahí, en casa tan pancho, y me miraba como diciendome, ¿que le pasa a este que viene con este disgusto? y le cogí, le estrujé entre mis brazos y le decía sin parar, no vuelvas a desaparecer nunca mas... Sin duda el día que se nos fue fue un momento muy triste, sobre todo porque en mi casa nadie quería tomar la decisión de sacrificarle porque el pobrecito tenia 17 años y estaba muy mayor, con muchos dolores, era un poco penoso verle como se apagaba, pero claro, no te haces a la idea de que puedas o que tengas que tomar una decisión asi. Fuí yo quien la tome, fuimos mi padre, mi hermano Arturo y yo a Vicálvaro, que no recuerdo bien si fue de donde salió para morir allí. Recuerdo como si fuese ayer el momento, mi hermano acariciándolo, yo con él en brazos y diciendole que no pasaba nada, que todo iba a ir bien, y en cuestión de segundos todo acabo y rompimos a llorar, recuerdo que era una de las primeras veces que veía llorar a mi padre y la imagen de los tres, en coche, llorando, volviendo a casa fue bastante triste, pero sin duda si se volviese a presentar la situación haría lo mismo, ver sufrir a alguien que quieres es triste y poder librarle de ese sufrimiento es algo que solo ocurre con los animales y bien sabe dios que le queríamos mucho pero hicimos lo correcto. Eso sí, los recuerdos buenos superan a los malos, con creces, recuerdos como cuando le quitó el bocadillo de jamon york a mi hermano Arturo de las manos, cuando cogió una barra de lomo de 10000 de las antiguas pesetas el kilo y se la zampó de una sentada, de cuando se ponía en el sillón con la cabeza apoyada en el reposabrazos y observaba a la gente pasar por la calle, cuando se metía en la habitación de mis padres a dormir y siempre cogía o los pantalones, o la camisa o una zapatilla de mi padre para dormir enroscado en ella, cuando se ponía a jugar en La Cabrera como un loco corriendo y claro, no había dios que le cogiera y tantas y tantas historias. Canuto siempre estará en nuestro recuerdo como uno mas de la familia.

20 febrero 2007

Mis hermanos

Si hay alguien que verdaderamente es importante en mi vida esos son mis dos hermanos. Tanto Alfonso como Arturo, han significado y significan para mi el éxito de una relación como es la de mis padres. Desde que tengo uso de razón, mis dos hermanos siempre han supuesto mi mundo mas cercano, con ellos jugaba, con ellos me pegaba, con ellos convivía, con ellos dormía y fruto de esa gran cantidad de horas que hemos pasado juntos creo que hoy exite ese vínculo especial que tenemos. Cuando éramos pequeños yo sobre todo jugaba con mi hermano Arturo, mas cercano a mi en edad, con gustos bastante parecidos y con el que pasaba mas tiempo, ya que mi hermano Alfonso pues al ser el mayor siempre tenía mas tiempo para estar fuera de casa y entonces esto hacía que Arturo y yo pasáramos mucho mas tiempo teniendo que inventar como pasarlo bien los dos solos. Eso sí, recuerdo que muchas noches de viernes en Madrid, montábamos cada batalla con muñecajos en nuestra habitación que de verdad era digna de cualquiera de las partes del Señor de los Anillos, eso si, siempre que mi hermano Alfonso dirigiera la campaña. Recuerdo que pasabamos bastante mas tiempo organizando la batalla que luego resolviendo, pero ahí estaba lo verdaderamente emocionante del juego. Yo creo que esa obsesión que tiene Alfonso por los juegos de estrategia se fraguó en estas campañas caseras que hacíamos en nuestra habitación. En nuestra casa de Madrid, el hecho de haber compartido no menos de 15 años los 3 la misma habitación ha supuesto que los lazos que nos unen hayan sido mucho mas fuertes. La disposición de las camas, el tener que molestar a uno u a otro para poder salir de la habitación, celebrar partidos de baloncesto de 1x1x1 con una pelota de tenis en esa misma habitación pues claro, eso une. Mi hermano Arturo siempre dice que hemos vivido bajo la disctadura de Alfonso, y en cierto modo tiene razón. Mi hermano es un apasionado de la música clásica y cuantas noches hemos tenido que escuchar hasta que se acababa el vinilo el concierto de Aranjuez, la Novena Sinfonía de Beethoven, las estaciones de Vivaldi o cualquier otra pieza que había en nuestra fonoteca. Nosotros lo aguantabamos estoicamente, aunque eso si, siempre con un plan B, tanto mi hermano Arturo como yo nos compramos un montos de radios pequeñas, con cascos, para poder escuchar la radio y no tener que soportar la música clásica de las narices, que al final nos terminó gustando, eso si. De estas cosas nos vino la afición a escuchar la radio, escuchar a Jose María García que era un auténtico espectáculo en las noches con su programa SuperGarcía. También recuerdo que con gran ilusión le preguntábamos un montón de veces a mi hermano Alfonso si jugaba con nosotros, y casi siempre la respuesta era que no, aunque cuando era un sí, la fiesta estaba asegurada, y alguna bronca con mama también, porque no se como se las apañaba para que siempre que jugabamos haciamos alguna y la culpa o me la llevaba yo, o Arturo o los tres, pero nunca él. Sobre todo recuerdo una en la que rompimos una bombilla en uno de los baños y el mamón de mi hermano, como si lo estuviera escuchando ahora mismo nos decía, hemos sido los tres, que quede claro, y nosotros como tontos deciamos, vale vale, y al bronca para los pequeños... Luego nuestra relación cambiaba un poco en la sierra, allí éramos libres, mi hermano Alfonso pasaba mucho menos tiempo con nosotros y sin embargo Arturo y yo pasabamos casi todo el tiempo juntos, bici, piscina, lo que fuese. Teníamos incluso nuestra propia pandilla, independiente de la de mi hermano Alfonso, que al final fue la nuestra también, pero al principio nos buscamos unos amigos que eran unos figuras, unos personajes entrañables, de verdad. Nuestra pandilla que duro un montón de años se dedicaba a hacer lo que hacían unos niños de entre 8 y 12 años en nuestra época, que nada tiene que ver con lo que hacen ahora, nada de televisión, mucha bici, mucho juego por el campo, muchas trastadas en obras, charcas, casas abandonadas, en los garajes de nuestros chalets, inventabamos juegos, hacíamos rastrillos. De una cosa tan simple como ir a comprar leche a una vaquería que había en el pueblo nosotros eramos capaces de sacar una auténtica aventura. Fue el verano del año 1987 cuando hicimos obra en el chalet, y ha sido el único verano que no hemos pasado en la sierra, y ese verano marco un punto de inflexión en la relación con nuestros amigos, de hecho, la pandilla se dividió, y nunca volvió a ser igual. No se si eso fue bueno o malo, lo que si que se es que durante los 2 o 3 siguientes años, Arturo y yo casi estuvimos solos durante los veranos, las semanas santas y los fines de semana que íbamos a la sierra, pero eso sí, seguíamos pasandolo bien, siempre se nos ocurría algo que hacer. Luego vino una época en la que un elemento que hoy en día es sin duda el mejor amigo tal vez de los tres, mi amigo paco, hizo una especie de fusión, muy a pesar de lo que mi hermano Alfonso quería, que como buen hermano mayor nunca quería que sus hermanos mas pequeños estuvieran con él por ahí, y sin embargo, paco, hizo que todo eso fuese posible, comenzamos a salir mas juntos, salidas en bici, montaña, incluso alguna noche. Este individuo que es sin duda a una de las personas a las que mas quiero siempre hizo de enlace entre nosotros tres y casi podría decir que no tengo 2 hermanos, sino 3. El tiempo luego pasa, estos momentos, mas bien años, que creemos que nunca van a pasar, pasan, se acaban, cada uno comienza sus nuevas vidas. El verdadero punto de inflexión creo que vino cuando Arturo comienza su carrera. Cambio de amigos, de aires, mucho tiempo estudiando y eso hace que no pasemos tanto tiempo juntos. Los veranos ya no son tan largos, tenemos que estudiar, y cuando no estudiamos pues estamos con amigos de la carrera por ahí, y entonces comienza esa inevitable separación que no quieres que se produzca pero que tiene que pasar, es ley de vida. Aún asi nuestra relación sigue siendo en esos años genial, casi siempre que podemos estamos juntos, incluso con Alfonso, que siempre ha sido mas hogareño, a la mínima oportunidad que teníamos pues saliamos al cine, de copas o lo que fuera, pero juntos. Pero todavía tendría que venir un cambio mas, las parejas, mi baloncesto... A la vez que vemos que nuestars vidas se van separando porque cada uno tiene que seguir su camino, nos vamos alegrando de que cada uno vaya haciendo lo que verdaderamente quiere. Mi hermano desde que comenzó a salir con su actual mujer ha estado un poco mas alejado de nosotros, normal por otra parte, ya que ella vivía en Galicia, pasó mucho tiempo en Madrid pero viajaba muchos fines de semana a Galicia, recuerdo que muchas veces, pero muchas, le he llevado al aeropuerto, le he recogido en el aeropuerto, le he llevado a Chamartin, le he recogido allí, bueno, lo normal que haría un hermano por otro. También en el caso de mi hermano Arturo y en el mio el tener una relación mas estable ha supuesto que nos veamos menos, pero hay una cosa clara que creo que aunque pasen 30 o 40 años y espero que los pasen, siempre estamos preocupados unos por los otros. Yo trato de hablar cada día con los dos, ya que por desgracia no nos podemos ver por lo menos hablar, a mi hermano Alfonso preguntarle como están los enanos, que tal va todo, aunque solo sean 5 minutos de conversación pero así siempre sentimos que estamos ahí. Con Arturo igual, como viaja mucho trato de llamarle siempre que está fuera para ver como anda, que tal ha llegado, que tal el trabajo y bueno, así seguimos. El martes por la tarde tuve una pequeña discursión con una de mis jugadoras porque ahora soy su entrenador y el año anterior y el anterior tambien entrene a su hermana. Dos hermanas muy diferentes, la mayor un cielo, entrenaba poco pero un cielo, y la pequeña es insufrible y le digo, que lastima que no te parezcas un poco a tu hermana, y me dice, mi hermana es mi hermana y yo soy yo, y no me quiero parecer y me dice, ¿tu tienes hermanos? y le digo que si, uno mayor y uno mas pequeño y que son mis mejores amigos y me contesta mi jugadora de 12 años, eso es imposible, o son tus hermanos o son tus amigos, y la digo, que pena que tu no sientas lo mismo que yo, pero supongo que con el tiempo lo sentiras, no es incompatible ser hermanos y amigos, incluso es mas, no es incompatible ser hermanos y no tener la misma madre como hemos demostrado con paco durante toda nuestra vida.

19 febrero 2007

La vida da muchas vueltas

Hoy es un día raro. Mucho baloncesto, 5 partidos para ser exactos, rencuentos con antiguas jugadoras y jugadores y bueno, el All Star weekend. Ahora mismo son la 1:11 h., estoy viendo una de películas favoritas, El Padrino, y bueno estoy esperando solo a que empieze el All Star. El baloncesto es una parte fundamental de mi vida, y una de las cosas que con mas cariño recuerdo de lo vivido con mis hermanos han sido como los tres disfrutábamos viendo de madrugada el concurso de mates, el de triples y ese gran espectáculo que antes era el All Star. Ahora cada vez es menos espectacular, menos auténtico. Creo que todos los que empezamos a ver basket NBA de la mano de Ramón Trecet en Cerca de las Estrellas echamos de menos esos fines de semana en los que la 2 de TVE daba el All Star y se tomaba en serio realmente lo que era ese evento. Ahora todo es un show, mucho espectaculo pero poco basket, y eso que intentan mejorarlo, pero en vez de eso lo empeoran. De todas formas supongo que eso nos pasa a los románticos, a todos los de mi generación que crecimos viendo a los Lakers de Magic, a los Detroit de Thomas, a los Boston de Bird, todo lo demas nos parece que no es auténtico. Mi hermano Alfonso siempre fue un apasionado de los Lakers, zapatillas de James Whorthy, pantalones de
Magic, zapatillas de Jabbar, tantas cosas que luego nos hacían sentirnos mucho mas cerca de las estrellas. En esa época jugabamos, y mucho. Yo siempre quise entrar en el equipo en el que jugaba mi hermano, no por lo bien que jugaban tios como el Moro, el Mago, el Vinnie, sino porque era el equipo de mis amigos también y joder, como jugaban, que placer era jugar con ellos. El basket me ha hecho tener grandes amistades, muy grandes, y vivir momentos irrepetibles. Recuerdo como si fuese ayer mismo, cuando todavia yo no jugaba e iba a ver a mi hermano jugar al parque Breogan, a las pistas de la Avenida de los Toreros, al Boston o al Eva perón. Cada uno de nosotros ponía 100 pesetas o menos, bueno, lo que tuvieramos para pagar los arbitrajes y así, de partido en partido pasábamos los fines de semana. Todavía recuerdo a personajes como Zúñiga, Cano, julito, cantero, takin, juando ardila, en fin, muchos con los que jugaba mi hermano y con parte de ellos luego jugué yo. El basket solo me trae buenos recuerdos, de gente, de partidos, de historietas, de muchas juergas y sobre todo de diversión. Ahora que vivo el basket desde otra perspectiva, la de entrenador, a la cual nunca pense llegar sinceramente, veo a muchos de los que me rodean que no se divierten jugando, ni entrenando, el baloncesto es mas una lacra para ellos que una diversión. Sin esa parte de ocio que todo deporte debe tener, ¿qué nos queda? parqa mi nada. Veo una y otra vez discursiones con entrenadores, jugadores que salen y llegan a los partidos con caras largas, jugadoras que lloran por la incomprension de los entrenadores... Algo falla. Si tengo claro alguna cosa dentro del baloncesto es que donde estés y hagas lo que hagas tienes qeu disfrutar, y para disfrutar hay que divertirse, trabajando pero divertirse. Veo que eso no ocurre, a mi mismo me pasa en los dos euipos que llevo. En Griñón parece que ahora si nos comportamos como equipo, que tenemos sensaciones de equipo, que perdemos o ganamos todos, pero qeu todos vamos hacia el mismo lugar. Eso hace que yo disfrute, que el equipo disfrute cuando gana, y que suframos cuando perdemos, pero lo hacemos todos a la vez. En mucha parte de esta temporada he tenido la sensación de que no a todos nos importaba lo mismo ganar o perder, y sin embargo ahora no es así. Con las niñas la situación es mas rara, mas complicada. El caracter primorcial lúdico - didáctico de nuestro equipo nos hace plantearnos de otra forma la vision del juego, del entreno y del comportamiento de los jugadores. Ahora mismo tenemos una especie de dilema moral entre competición para ganar o para enseñar. Yo siempre he defendido que no es imcompatible enseñar y ganar. Ganar no es un fin, es una consecuencia, pero el problema está cuando tienes que tomar decisiones que afectan a tu equipo que sin duda mejorarían su rendimiento pero que chocan de frente con tus mas firmes principios morales que rigen tu forma de entrenar. Hoy lo discutía con mi segunda entrenadora, que sin duda leera esto y me lo recordará durante la semana, aunque no viene a entrenar el martes. Se que si juego con 8 jugadoras, tengo mas posibilidades de ganar, pero ¿eso sería justo?. No es fácil, de verdad. Yo si lo tengo claro, quien se lo merece juega, si tengo que perder perderé, perderé con la cabeza muy alta y con mis principios morales intactos y nadie me podrá decir nunca que digo una cosa y hago otra. Dudo que podamos luchar por el campeonato de Madrid, pero sinceramente, eso ¿importa?. Lo que importa es que las jugadoras o jugadores aprendan, te respeten, te quieran, que tu las o los quieras y que se funcione como un equipo, que eso si que es verdaderamente importante. Creo que con esas cosas nos debemos quedar los entrenadores y los jugadores, porque si algo me ha enseñado este mundo del baloncesto es que la vida da muchas vueltas y es importante ser fiel a tus principios.

16 febrero 2007

Se acerca el mes de Marzo

El mes de Marzo en mi casa siempre supuso un momento clave, el tercer domingo de Marzo se abre la veda de pesca en Madrid y como es costumbre mi padre y yo salimos a pescar, donde sea, da igual, pero hay que salir. Cada vez esto me ha resultado mas complicado por mi compromiso con el baloncesto, que me tiene los fines de semana un tanto liado y que no me permite desarrollar todas mis otras aficiones como quisiera, pero bueno, algo hay que sacrificar. La pesca, al igual que la caza la llevo en las venas, sinceramente creo que debe ser algo genético, porque es auténtica pasión y deboción lo que siento por estas aficiones. Muy probablemente todo viene de al auntentica idolatria que siento po mi padre en estos aspectos, gran cazador, gran pescador y con la gran suerte durante toda la vida de poder haber pescado y cazado tonto como ha querido. Mi padre en sus buenos tiempos, cuando tenia entre 20 y 30 años solía cazar 4 o 5 días en semana y pescar como mínimo 2. Eso esta claro que hoy en día es imposible, el seguiría haciendolo pero no solo, no tiene ni ganas, ni dinero ni se atreve a salir solo ya al campo. Tal vez por esa razón sigo saliendo con él a pescar y a cazar, porque se que ha sido una de las cosas mas importante de su vida y que cuando ya no pueda hacerlo, lo pasará realmente mal. Pero no pensemos en eso, tan solo en el futuro mas próximo, en ese posible comienzo de la temporada, en el que como siempre no pescaremos nada, pasaremos mucho frio y posiblemente nos llueva, pero nosotros no faltaremos a nuestra cita. A parte de esta gran razón que mueve a cazar y a pescar, el pasar tiempo con mi padre haciendo algo que verdaderamente le entusiasma sobre todo en el caso de la pesca hay otra motivación mas. Si alguien no encuentra la forma de estar a solas con su espíritu, de poder analizar sus mas profundos pensamientos, en definitiva, de encontrarse consigo mismo, os puedo asegurar que el estar en la naturaleza, solo, en compañia de tu caña, en mitad de un rio, con el agua fluyendo entre tus piernas, escuchando tan solo el incesante sonido del agua y de los pájaros hace que tu mente se libere, que entre en auténtica armonía con tu espíritu y que la sensacion resultante sea encontrar la paz. Casi siempre que esta situación viene a mi cabeza recuerdo la misma imagen, el rio, las montañas a lo lejos siempre con restos de nieve en los neveros mas altos, un cielo despejado y yo solo, conmigo mismo intentando capturar la trucha de mi vida. Asi es como me imagino una y otra vez que serán todos los días que salgo a pescar. De un tiempo a esta parte cuando salimos al campo mi mente deja una especie de ventana abierta que me hace estar mas pendiente de mi padre de lo que estaba antes, cuando eramos mas pequeños, saliamos a pescar y cada uno podía tirarse 4 o 5 horas sin ver a los demás y luego nos juntabamos para comer y para recoger y marcharnos, pero ahora, como mucho cada 2 horas, siempre retrocedo sobre mis pasos y me aseguro que todo esta bien, que mi padre sigue pescando, y que no necesita nada, y una vez que lo compruebo vuelve a cerrarse esa ventana y vuelvo a lo mio. Muchas de estas veces que voy a ver si mi padre está bien me encuentro con la sorpresa de que la suerte le ha sonreido y ya ha pescado algo, y la mayoría de las veces una buena trucha. Otras veces, las menos, aunque ultimamente va equilibrándose la balanza e incluso puede que me favorezca a mi alguna vez, soy yo quien mas pesca, quien coge las truchas mas grandes y eso sinceramente creo que le llena mas de satisfacción a mi padre que a mi. Tal vez el hecho que de mi hermano Alfonso sea un gran pescador y mucho mejor cazador que yo y que en un momento dado dejara de lado estas dos actividades que nos acercaban de gran manera a mi padre en cierto modo defraudo a mi padre, o mas que defraudar le desilusionó. No creo que pueda recordar mejores días que aquellos en los que mi padre, mi hermano y yo salíamos a pescar a nuestro coto de pesca en el rio Tajuña, con la Sociedad de Pescadores El Doncel y donde todo el día era una auténtica competición a ver quien pescaba mas. Por aquellos entonces mi padre siempre nos "mojaba la oreja", yo era el último siempre, pero poco a poco cambió, y sinceramente ahora creo que algunas veces el aprendiz que una vez fuí ha superado al maestro (también es verdad que mis condiones físicas son mucho mejores y eso invalida en gran medida esa superación) pero eso si que hace la mayoría de las veces que mi padre se sienta orgulloso de como pesco. Ahora ya, con la edad que tengo, muchas veces me pregunto si alguna vez viviré yo esa situación, de ir a pescar o a cazar con mis hijos, y ver como aprenden, como mejoran, como lo dejan, como vuelven y como me superan, tiene que ser una bonita sensación.

15 febrero 2007

La vida es recuerdo

El tiempo hace que tu perspectiva de las cosas mejore. No se si es así verdaderamente o que el tiempo cura todas las heridas por muy profundas que sean. Es curioso que mi película favorita sea Los Inmortales. En esa película, que tal vez me comenzó a gustar en su momento por las máginificas escenas de lucha con espadas fuera de su época correspondiente (dos tios luchando con espadas en New York en los finales de los ochenta es un poco raro), lo mas importante no son las luchas, no es la propia inmortalidad de los protagonistas sino el amor. Uno de los elementos mas importantes de la película es la banda sonora, que por cierto es de Queen y es una obra maestra. El tema central de la peli es "Who want´s to live forever" ("quien quiere vivir para siempre" traducción mas o menos literal del título). Este es el verdadero epicentro de la película, como un hombre que nace a finales del siglo XVIII en las tierras altas, Escocia (como ellos mismos se definen, un Highlander) desde que conoce a su gran y único amor Heather solo vive para y por ella, sin importarle lo que ya sabía, que no podrían estar juntos para siempre puesto que ella moriría en algun momento y él no. En la escena en la que Heather muere, arropada en la cama, al calor del fuego de la casa que habían construido juntos, Connor MacLeod le dice una frase que cada vez que la oigo me emociona. Ella en esa escena ya es mayor, ha envejecido y sin embargo él con su condición de inmortal sigue joven como al principio y ella le dice algo así como que nunca entendí porque no has envejecido como yo y él le contesta que no ha envejecido porque la quiere como el primer día y a eso ella le contesta que ella también y sin embargo había envejecido. Ella muere, él la entierra y quema su casa y acepta su destino con resignación ya que no le queda otro remedio. Cuando se va a producir el combate final en el que solo puede quedar uno, un solo inmortal, los dos contrincantes se reunen en un sitio sagrado, donde está prohibido luchar, en suelo sagrado, en una iglesia. Allí nada mas entrar, mas de 200 años después de su muerte y como había hecho todos los días de su cumpleaños después de su muerte, Connor MacLeod enciende una vela por su Heather. ¿Por un momento os podeis imaginar que fueseis inmortales y que tuvierais que ver morir a todas y cada una de las personas a las que amais? Sería muy duro, tan vez insoportable ¿no?
Es curioso como una película sin mucha repercusión, a mi por lo menos me ha calado de forma profunda. Durante toda la película el mensaje que se repite es que no somos nada sin nuestros recuerdos, la vida es recuerdo. Por un momento podría alguien imaginar que sería de nuestra vida si no tuvieramos recuerdos, si todo aquello que hemos pasado no quedara en nuestra mente. Muchas veces pensamos que los malos recuerdos ojalá desaparecieran de un pluzamo, pero por otra parte, si fuese así perderíamos una parte fundamental de nuestra propia vida. Sin cosas malas, las cosas buenas tal vez no las valorariamos de la misma forma. Con esto entiendo que cuando a cualquiera de nuestros seres queridos le afecta esa enfermedad que por desgracia es tan común hoy en día como es el alzheimer nosotros sufrimos, pero como tiene que ser para la persona que lo sufre no saber a quien quiere, a quien ha querido, a quien echa de menos... No reconocer a los tuyos, tener recuerdos de la niñez como si hubiesen pasado ayer y sin embargo no acordarse de si has comido o no. Desde hace mucho tiempo le tengo miedo, pánico mas bien a esa enfermedad ya que como bien se titula esta entrada la vida es recuerdo.

14 febrero 2007

Sentimientos encontrados

Este blog nación con la idea de plasmar algo que me rondaba por la cabeza hacía tiempo, dejar constancia de pasajes que me ocurren, que vivo, junto a los míos, sobre todo con mi padre y que por una razón o por otra siempre recuerdo y que me gusta tener ahí presentes. Pero hoy tomo una de las palabras que dan título a este blog para contar lo ocurrido este fin de semana, comprendido entre los días 10 y 11 de Febrero en el que han pasado cosas que me merecen por lo menos unas líneas y de ahí que hoy, escriba sobre la VIDA.

Este fin de semana pasado se mezclaron una serie de sentimientos en mi cabeza que han convertido a estos días en una amalgama de pensamientos difíciles de explicar, pero trataré de explicarlos para que los pocos que tienen ocasión de ver este blog entiendan de lo que hablo. El fin de semana para mi empieza el viernes tarde, esta vez con unas jornadas técnicas, osea, entrenando, y como tantas y tantas veces después de estrenar me puse a tirar en la luz, por hacer algo mas deporte del que normalmente hago. Esta vez al haber entrenado antes con parte de mi equipo se quedó conmigo mi segunda entrenadora, Ana, y poco a poco nos empezamos a juntar muchos mas del club, ya que luego los seniors, tanto masculinos como femenino entrenan y en total, estuve por allí como 45 minutos tirando, por cierto bastante mal. 

Al finalizar mi sesión que coincide con el comienzo de los entrenamientos de las 9:30 estuve estirando y charlando con Charly, un gran tipo, que siempre me pide consejos y escucha todas mis batallitas de baloncesto y una vez mas estuvimos hablando de su equipo de enanos, del mío, y de las cosas que debíamos o no trabajar. Al terminar de estirar me despido de Charly y me dice que si luego van a hacer algo pues que me llamarán y así fue. Como a las 12:15 de la noche estábamos ya sentados en un garito jugando al cranium y pasándolo bien la verdad. Antes de entrar en el garito habíamos estado hablando sobre nuestro querido Palacios, del que no sabia nada, al que había mandado un mensaje ese mismo día ya que llevaba como 2 semanas sin hablar con él. Sabía que tenía neumonía, me enteré a la salida del partido de Corazonistas el finde anterior, pero vamos, ninguno nos esperábamos levantar con la noticia del sábado por la mañana. Luis había muerto. Como a las 8:30 de la mañana me llegó un mensaje de Buj diciéndomelo y al momento una llamada de Diego. Joder, empezaba bien el sábado, por cierto, el cumpleaños de mi madre. Bueno, sin muchas ganas pero por la profesionalidad que me caracteriza, y esta mal que yo lo diga pero es así, voy a recoger a mi segunda, y claro, me ve un poco jodido, y le cuento lo ocurrido. Nos vamos hasta la luz, un viaje un poco callado, mucho mas callado de lo normal para nosotros, no había ganas de nada. Jugamos, perdimos, estoy durante todo el partido pensando en lo mismo, es difícil concentrarse la verdad. 31 abajo, y vuelta a casa. 

En el autobús rompo a llorar, no asumía que un chaval de 21 años hubiera terminado su vida así, tan rápidamente, dejando tantas cosas pendientes, pero la vida es eso, la vida ineludiblemente acaba en la muerte, lo que nos distingue es el como y el cuando. Recuerdo que es el cumpleaños de mi madre y la verdad, no estaba para muchos ánimos para felicitarla, pero siempre me reconforta hablar con con mis padres en momentos malos. Llamo a mi padre y me dice que mi madre esta llorando como una magdalena en la cocina, que es posible que mi prima se hubiera muerto. Joder, aunque parezca mentira, en menos de 4 horas, las dos personas que conocía y que estaban realmente mal habían muerto. Los ojos se me llenan de lágrimas y como si fuese un niño me pongo a llorar, pocas veces por no decir ninguna he sentido eso, en un momento, dos personas habían desaparecido y el vacío que te queda, el desconsuelo, la tristeza, es tan grande que no sabes que pensar. Ana me consolaba diciéndome que es bueno llorar, que por lo menos te desahogas y bueno, en parte tiene razón, sobre todo en una persona como yo que no esta acostumbrado a llorar. Casi todo el viaje venía a mi cabeza un pensamiento, la vida no es justa, pero claro, ya lo sabemos, la vida no es justa, ¿Quién dijo que la vida era justa?, nadie. Luis palacios muere con 21 años, y mi prima con 39, edades muy cortas. Luis deja un gran recuerdo, muchos amigos y un gran vacío, mi prima deja 2 niñas, una de ellas de menos de un mes de vida, a un marido roto y a una familia que por otras razones del pasado nunca fue una familia y que a raíz de su muerte está un poco mas unida. 

El sábado por la tarde quedamos la gente del baloncesto para ir al tanatorio a hacer compañía a los padres y hermanos de Luis que estaban asombrosamente enteros y serenos. Los padres conocen tan solo a algunos de los chavales de vista, con ciertos amigos de Luis tienen algo mas de relación como con Kike, con Charly y alguno mas que ha tenido mas contacto en los últimos tiempos con él. A mi no me conocen, pero al cruzarme con su madre le digo quien soy y ella me dice una frase que me deja marcado y que posiblemente no olvidaré nunca, me dice de una forma muy serena que lo que teníamos que hacer ahora era ganar muchos partidos por Luis. Eso me hizo pensar dos cosas, la gran humanidad de una madre que pierde a un hijo y que intenta reconfortar a sus amigos y lo importante que era para Luis el baloncesto. 

Del tanatorio yo salí muy tocado pero nuevamente tenia que dirigir un partido, esta vez muy complicado, contra Torrejón y vaya si lo hice, creo que dirigí mi mejor partido de todos los que llevo con el nacional y ganamos, ganamos bien, y al final del partido no pude evitar el sentarme en el banquillo y llorar, llorar pensando en que por lo menos habíamos empezado a cumplir eso que me pidió la madre de Luis, ganar muchos partidos por él. De ahí nos fuimos a Tres Cantos donde toda la gente de nuestro grupo estaba junta, intentando pasar uno de los peores momentos que seguro habían pasado durante sus cortas vidas (al menos mas corta que la mía, que la de Bea o la de Kike) y allí me llevé una gran sorpresa a ver a Alejandro Conde, buen entrenador y mejor persona, al que hacia tiempo que no veía y que también se quiso unir al duelo por Luis, aunque no tuvo gran relación con él, algún poso siempre queda entren un jugador y su entrenador. Pasamos una noche tranquila, charlando, bebiendo algunos mas que otros (Charly y la cerveza...) y nos fuimos a dormir, prontito porque el domingo yo sabía que iba a ser mas duro si cabe que el sábado. 

Por la mañana funeral de Luis y por la tarde el funeral de mi prima, a nadie le deseo tener un domingo así. El funeral de Luis fue triste, sobrio, muy sentido y con muchísima gente, que demuestra que algunas personas en poco tiempo hacen mella en la gente y eso se nota. Luis había calado en todos nosotros con su forma de ser, su carácter y su bondad y eso se plasmó en la cantidad de gente que fue a despedirle. Mucha lágrima, mucho desconsuelo, y sobre todo algunos de sus amigos muy emocionados. Estuvimos todos los que teníamos que estar. De ahí nos fuimos a Madrid, a casa de mis padres a "celebrar" el cumpleaños de mi madre. Estábamos como para celebraciones. Eso si, cuando están mis sobrinos, muchos de los pensamientos que te rondan y atormentan se van, desaparecen y eso es algo que logra poca gente, darte serenidad. Esto duró poco ya que a las 6 estábamos ya en el tanatorio de Guadalajara. 

Allí, mas sentimientos encontrados, sobre todo uno y ahora que lo he sentido se que es uno de los que mas duele, el tiempo perdido. No tenía mucha relación con mi prima, desde hace años, pero aún así la verdad es que no deja de ser sangre de tu sangre y eso siempre duele. Era la ahijada de mi madre, la mayor de todas mis primas, con la que mejor me llevaba, pero aún así en los últimos años había bajado mucho nuestro contacto. Como será la relación con mis primos que conocí al hijo de una de mis primas el domingo, y tiene 11 años. Mis dos primas y mi primo, los tres hermanos de mi prima me abrazaron como solo abraza alguien que no tiene consuelo, con una tristeza muy profunda reflejada en la cara y siempre con esa sensación de vernos otra vez, en unas circunstancias tan malas y que solo eso podría otra vez unirnos. Así que la situación no es fácil. Mi madre estaba destrozada, y sobre todo por el sentimiento que antes he comentado, el tiempo perdido, esos años, por lo menos 8 en los que no ha tenido ningún tipo de contacto con ella, de hecho, conoció en el funeral de mi tío Rafael que murió en diciembre de 2005 a su hija, con 8 años. Estas cosas pasan en las familias, pero no deberían ocurrir, de verdad. 

Mi madre sentía y siente un gran vacío por no haber exprimido al máximo el tiempo con su sobrina favorita, pero la vida es caprichosa, no sabes que puede pasar mañana, esa frase de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy es una realidad, podríamos usarla como máxima en nuestra vida diaria. No dejes pasar ese momento en el que te acuerdes de alguien y pienses, ya le llamaré, que me llame él a mi, es que siempre le llamo yo, bueno mañana le llamo... No, eso no vale, la vida nos lo enseña todos los días, si te acuerdas de alguien, llámalo, escríbele, vete a verle, si echas de menos a alguien házselo saber, si quieres a alguien díselo o por lo menos demuéstrale siempre que puedas que le quieres, así, de esta forma, nunca quedan cosas por decir, por sentir, por hacer y no tendremos esa sensación de tiempo perdido, de vacío, pensar que tendría que haber hecho..., no, mi padre dice siempre una frase y que resume de forma simple todo esto, yo creí y yo pensé son poca leche. Haz lo que sientas, siente lo que haces, quiere a los que te rodean y vive cada día intensamente, en todo lo que hagas, sea lo que sea y así no tendrás nunca sensaciones de tiempo perdido.

08 febrero 2007

La temporada se cierra

Como todos los años por estas fechas, en algunas comunidades antes que en otras, se cierra la temporada de caza. Un año mas, y como viene siendo costumbre en mis últimos años, he salido 2 días de caza. Un día de faisanes y otro a una montería invitado por el padre de mi amigo Iván, también coordinador del CAPI de Canencia. El día de la montería nos invitaron a mi padre y a mi, y por lo menos vimos un corzo, que poco es, pero es algo mas de lo que normalmente vemos en las monterias a las que solemos ir. Lo importante no fue lo cazado o no cazado, sino el dia que pasamos. Lo mismo ocurrio con los faisanes en Peñafiel. Ya es costumbre aunque creo que esta vez si que ha sido la última que vamos a ir, que por diciembre, mas o menos el día 22 o 23 celebremos un ojeo de faisanes y perdices. Esta vez si que me lo pase bien, porque doblé puesto en 3 de los 4 puestos con mi padre, y claro, eso es mucha responsabilidad para mi, un mediocre tirador que tiene a su lado a todo un "asesino" con una escopeta en puesto. Nada mas empezar el primer ojeo mi padre en el primer tiro mato un faisán y encasquilló una escopeta del 20 que le habia dejado su amigo "el Curri" expresamente para ese ojeo, y en el primer tiro, se acabo lo que se daba. Durante todo ese primer ojeo mi padre me estuvo corrigiendo a cada tiro, muchos tiros fallados y pocos aciertos, pero eso si, cada vez que mataba un faisan o una perdiz y mi padre me decía, muy bien, muy bien matado, pues la verdad, sentía algo especial, porque mi padre que otra cosa no será pero para ciertas cosas es muy sincero y si no lo haces bien te lo dice, si tirando soy tan malo como creo que soy, pero de vez en cuando alguien que tira como él tira te dice que lo has hecho bien, para mi es como si Fernado Alonso o Valentino Rossi te dice, que bien conduces o que bien montas en moto. Total, que ese día si que lo pasamos bien, buenas sopas de ajo antes del ojeo, 4 ojeos con mas pena que gloria para mi, y una chuletada antológica. Luego eso si, en una hora y media en Madrid desde Peñafiel, unos 180 km. a toda leche y con mi padre dormido, como casi siempre después de una jornada de caza.
El día anterior a esta cacería yo salí por Madrid, teniamos una cena en el Barreiros a la que cual tenían que acudir un monton de amigos y a la que solo acabmos yendo 4 y un acoplado. Recuerdo que al salir del bar donde cenamos estaba nevando y al llegar a Tres Cantos, llamé a mi amigo Diego que estaba de cena con todos los jugadores y jugadoras del senior y me fui a tomar una copa con ellos. No echamos unas risas y con la tonteria me acosté como a las 3, me levanté a las 5 y a las 8:30 estabamos tomando las sopas de ajo de nuestro buen amigo Juan Madrigal.
En fin, que en tan solo estas lineas se pueda resumir toda la temporada de caza es un poco triste, se me olvidaba que no han sido 2 sino 3 días los que he cazado, ya que el rececho del Arrui, con el que inauguré este blog fue el primer día de caza del año.