He vuelto 2ª PARTE
ALMA.
Ese nombre ha cambiado nuestra vida para siempre. Creo que si lo piensas friamente nunca decidirías ser padre o madre, porque la cantidad de complicaciones que se pueden venir a la mente cuando piensas en lo que supone tener un hijo, por eso mismo es mejor plantearse solo las cosas buenas, que son mas incluso que las "malas".
Al ver a mi hermano, al mirar a mi padre, y al ver a otros muchos ejemplos de familias en los que los hijos son sin duda un pilar de sustento me pregunto si yo seré capaz de ser como ellos, buen padre. El ser buen padre tan solo tiene una premisa, hacer que tus hijos sean buenas personas. Si consigues eso creo que has hecho un buen trabajo. Esta claro que eso no serás tú quien lo tenga que decir, pero sin duda puedes llegar a intuirlo.
Cuando en Mayo del año pasado estuvimos en el hospital Bea y yo, pensamos que se nos había escapado una oportunidad, pero estabamos dispuestos a volver a por otra lo mas pronto posible y la suerte nos sonrió. A finales del mes de Septiembre nos daban la confirmación de que estábamos embarazados. Es un momento mágico, sobre todo para las madres, que están en un momento clave de sus vidas, en las que se disponen a pasar las 40 semanas mas complicadas que nos podamos imaginar, sin pensar en las consecuencias ni en nada mas que en que lo que crece dentro de su vientre nazca sano y si es posible guapo o guapa. Los padres en esas 40 semanas solo somos un bastón, un apoyo, del que nadie se acuerda (no me extraña por otra parte nada en absoluto ya que la verdadera protagonista de la película es la madre). En mi caso la verdad es que recuerdo con cariño y con tranquilidad, ya que la madre de la criatura ha tenido un embarazo tranquilo, sin sobre saltos y sin muchos antojos. Así es facil pasar un embarazo (no lo digo por la madre sino por los padres, las madres ya tienen bastante con lo que tienen).
Pues poco a poco va pasando el tiempo, creias que el parto está muy lejos, queda mucho tiempo decía yo, pero el día 10 de Junio llegó, ingresamos, y desde el ingreso al momento en el que yo sostengo a ALMA por primera vez en mis brazos tan solo pasan 20 minutos. El ingreso es rápido, risas de nervios y alguna broma para eliminar en la medida de lo posible la tensión que una madre primeriza tiene antes de una cesárea. El momento en el que se llevan a tu mujer al quirófano es duro, intentas trasmitir toda la tranquilidad que puedes, pero la preocupación está ahí, aunque si quieres que te diga la verdad, cuando te quedas solo, piensas en que todo va a ir bien y cuando menos te lo esperas, entra la enfermera con un paquetito que resulta ser tu niña, con tan solo unos minutos de vida y desde ese mismo momento sabes que tu vida verdaderamente ha cambiado.
Desde ese momento, cuando llegas a la habitación, estás con tus padres a los que se les cae la baba por tener un nieto mas, y mientras te vas haciendo a la idea de que ese ser diminuto ahora te tiene a tí y a su madre para defenderle del mundo exterior te das cuenta cual era la responsabilidad que sus padres han tenido sobre tí y a su vez los padres de tus padres sobre ellos, para mi es el inicio de la verdadera madurez. Si a esto le unes como fue en mi caso, que nadie te sabe decir que ha pasado con la madre, que la has visto un momentín saliendo del quirófano camino de la sala de reanimación y 2 horas después aún no tienes ninguna noticia, esas 2 horas se hacen eternas, pero por fin la traen a la habitación, puede tener a su niña en brazos y el círculo se completa, y ahí comienza una lucha que terminará cuando seamos nosotros los que estemos esperando en la habitación a que nuestra hija sea la que da a luz a su hijo, momento en el que otro círculo se cerrará y otro se volverá a abrir.
Poco a poco vas entiendo que la vida son esos círculos y que esos círculos se van cerrando, y cuando se cierra un, otro se abre y así eternamente. A veces esos círculos no querrias que se cerraran nunca, pero sin el cierre de uno otro no se abriría y la vida sería mucho menos interesante. Con momentos como este podemos devolver al mundo parte de las cosas que nos da durante nuestra vida, así como también recompensamos a todos aquellos que nos llevaron de la mano hasta la madurez. Esa madurez es sin duda el momento en el que puedes empezar a mirar hacia atras y hacia adelante, no solo hacia adelante como miramos todos cuando somos demasiado jóvenes.