Caza, pesca, naturaleza y vida

17 agosto 2009

He vuelto 2ª PARTE


ALMA.




Ese nombre ha cambiado nuestra vida para siempre. Creo que si lo piensas friamente nunca decidirías ser padre o madre, porque la cantidad de complicaciones que se pueden venir a la mente cuando piensas en lo que supone tener un hijo, por eso mismo es mejor plantearse solo las cosas buenas, que son mas incluso que las "malas".




Al ver a mi hermano, al mirar a mi padre, y al ver a otros muchos ejemplos de familias en los que los hijos son sin duda un pilar de sustento me pregunto si yo seré capaz de ser como ellos, buen padre. El ser buen padre tan solo tiene una premisa, hacer que tus hijos sean buenas personas. Si consigues eso creo que has hecho un buen trabajo. Esta claro que eso no serás tú quien lo tenga que decir, pero sin duda puedes llegar a intuirlo.




Cuando en Mayo del año pasado estuvimos en el hospital Bea y yo, pensamos que se nos había escapado una oportunidad, pero estabamos dispuestos a volver a por otra lo mas pronto posible y la suerte nos sonrió. A finales del mes de Septiembre nos daban la confirmación de que estábamos embarazados. Es un momento mágico, sobre todo para las madres, que están en un momento clave de sus vidas, en las que se disponen a pasar las 40 semanas mas complicadas que nos podamos imaginar, sin pensar en las consecuencias ni en nada mas que en que lo que crece dentro de su vientre nazca sano y si es posible guapo o guapa. Los padres en esas 40 semanas solo somos un bastón, un apoyo, del que nadie se acuerda (no me extraña por otra parte nada en absoluto ya que la verdadera protagonista de la película es la madre). En mi caso la verdad es que recuerdo con cariño y con tranquilidad, ya que la madre de la criatura ha tenido un embarazo tranquilo, sin sobre saltos y sin muchos antojos. Así es facil pasar un embarazo (no lo digo por la madre sino por los padres, las madres ya tienen bastante con lo que tienen).




Pues poco a poco va pasando el tiempo, creias que el parto está muy lejos, queda mucho tiempo decía yo, pero el día 10 de Junio llegó, ingresamos, y desde el ingreso al momento en el que yo sostengo a ALMA por primera vez en mis brazos tan solo pasan 20 minutos. El ingreso es rápido, risas de nervios y alguna broma para eliminar en la medida de lo posible la tensión que una madre primeriza tiene antes de una cesárea. El momento en el que se llevan a tu mujer al quirófano es duro, intentas trasmitir toda la tranquilidad que puedes, pero la preocupación está ahí, aunque si quieres que te diga la verdad, cuando te quedas solo, piensas en que todo va a ir bien y cuando menos te lo esperas, entra la enfermera con un paquetito que resulta ser tu niña, con tan solo unos minutos de vida y desde ese mismo momento sabes que tu vida verdaderamente ha cambiado.




Desde ese momento, cuando llegas a la habitación, estás con tus padres a los que se les cae la baba por tener un nieto mas, y mientras te vas haciendo a la idea de que ese ser diminuto ahora te tiene a tí y a su madre para defenderle del mundo exterior te das cuenta cual era la responsabilidad que sus padres han tenido sobre tí y a su vez los padres de tus padres sobre ellos, para mi es el inicio de la verdadera madurez. Si a esto le unes como fue en mi caso, que nadie te sabe decir que ha pasado con la madre, que la has visto un momentín saliendo del quirófano camino de la sala de reanimación y 2 horas después aún no tienes ninguna noticia, esas 2 horas se hacen eternas, pero por fin la traen a la habitación, puede tener a su niña en brazos y el círculo se completa, y ahí comienza una lucha que terminará cuando seamos nosotros los que estemos esperando en la habitación a que nuestra hija sea la que da a luz a su hijo, momento en el que otro círculo se cerrará y otro se volverá a abrir.




Poco a poco vas entiendo que la vida son esos círculos y que esos círculos se van cerrando, y cuando se cierra un, otro se abre y así eternamente. A veces esos círculos no querrias que se cerraran nunca, pero sin el cierre de uno otro no se abriría y la vida sería mucho menos interesante. Con momentos como este podemos devolver al mundo parte de las cosas que nos da durante nuestra vida, así como también recompensamos a todos aquellos que nos llevaron de la mano hasta la madurez. Esa madurez es sin duda el momento en el que puedes empezar a mirar hacia atras y hacia adelante, no solo hacia adelante como miramos todos cuando somos demasiado jóvenes.

04 agosto 2009

He vuelto 1ª PARTE

Después de mucho tiempo y de muchas cosas ocurridas he decidido volver a escribir sobre lo que mi blog cuenta, Caza, pesca, naturaleza y Vida. Si bien las próximas 2 o 3 entradas sean mas bien referentes a la última de las palabras del título de este blog: VIDA.



No recuerdo cuando fue la última publicación que hice, pero si que recuerdo que han pasado al menos 2 hechos fundamentales en mi vida que son dignos cada uno por separado de tener una entrada muy muy amplia en este blog. Las dos podrían resumir lo que es la propia VIDA, el nacimiento de Alma y la muerte de mi Tío Ángel. Dos acontecimientos antagónicos y que sin embargo nos hacen ver que la vida es eso, nacimiento y muerte.

Sin lugar a duda la desaparición de mi Tío Ángel ha sido un duro golpe para la familia, ya que desde pequeños veíamos a mi padre a sus hermanos como una unidad indestructuble pasara lo que pasara, y el paso del tiempo te hace ver que eso tan solo es una ilusión fruto de la mente de un niño que todavía no ha descubierto que la vida no solo son cosas buenas.

Mi Tío Ángel para mi era lo que podíamos llamar el tío favoríto que todos tenemos, por afinidad, por momentos compartidos y por forma de ser. Son innumebles las ocasiones que hemos pasado juntos, en la fábrica, en comidas, en días de campo tanto de caza como de pesca y eso hace que los lazos se estrechen. Un factor muy importante para esa unión también era que siempre me preguntaba que tal me iba con el baloncesto, ya que a él le gustaba mucho el baloncesto, como también le gusta a mis primas y eso quieras o no a mi me encantaba, ya que no es habitual que alguien te pregunte por algo que para la mayoría de la gente desde fuera se ve como una perdida de tiempo en una afición mal pagada que sin embargo a el le interesaba y siempre estaba con el cachondeo de si me llamaba el Real Madrid para entrenar porque así no vamos a ninguna parte. Desde luego las jornadas de caza y de pesca han sido de las cosas que mas nos unieron ya que son muchas las horas que compartes, muchas comidas contandonos mentiras sobre los lances del día y sobre batallitas del pasado que no se como se las apañaban tanto mi padre como él para contarlas con una gracia especial, sobre las cacerías con el abuelo, sobre los caballos, sobre los galgos y sobre muchas otras cosas.

De mi Tío siempre recordaré el cariño especial que le tenía a la tierra que le vio crecer, todos aquellos pueblos colindantes a lo que conocemos como "el pueblo de la abuela", donde sin ninguna duda tuvo la mejor de las juventudes, cazando, pescando, caminando y creciendo en un entorno absolutamente salvaje en aquella época, donde no había ni agua corriente ni luz eléctrica, pero que sin duda daba muchas mas satisfacciones personales que problemas. Ese pueblo llamado Villanueva de Argecilla ha sido escenario de innumerables historietas que contados por ellos te trasladaban a un mundo que para nosotros desde luego es inconcevible. Pocas veces he estado yo en ese pueblo, y la verdad es que posiblemente no vaya nunca mas, aunque siempre me quedaré con la curiosidad de saber como era la famosa Fuente de la Tobilla a la que hacían tantas veces referencia tanto mi tío como mi padre. Bueno, sin perdernos en estas referencias, y para que se entienda el por qué hago referencia "al pueblo de la abuela", creo que en todas sus facetas esa larga estancia en el pueblo, marcó a mi tío en su forma de ser y en su forma de vivir. Le dotó de una dureza absolutamente indiscutible e increible, que tan solo una enfermedad como el cancer, que hoy por hoy sería capaz de llevarse por delante al mismo Superman, pudo con él. No solo le dotó de esa dureza, sino también de unos conocimientos sobre el campo mas que destacables (siempre desde un punto de vista tradicional) pero no han sido pocas las veces que desde el coche yendo a pescar o a cazar decía: "mira, eso es cebada" y mi hermando Alfonso que es Ingeniero Agrónomo alucinaba de ver como lo distinguia a la distancia que lo hacía y lo mejor de todo es que no se equivocaba.

Otra de las grandes facetas de mi tio ha sido la culinaria. Si algo me gustaba y ahora siento que no hayan sido muchas mas veces, era hacer empanadas en la fábrica. Como siento ahora que solo haya sido en dos ocasiones pude hacer empanadas codo con codo con mi Tío. Que facilidad, que maestría y que saber estar en un obrador. El último día que hicimos empanadas, hicimos 7, nos ayudo Jesús García, que se partía de risa cuando me veía por ahí toqueteando y manchandome de harina ( la verdad es que se partía cuando veía a uno de los jefes TRABAJANDO). Sin duda aquella mañana la guardaré con muchisimo cariño, ya que estando ya muy malito, a finales del mes de Noviembre del 2008, y sabiendo lo enfermo que estaba todavía le quedaba el suficiente genio como para decirnos "cuando salga del hospital, una mañana hacemos unas empanadas y nos las comemos todos juntos". Esto por desgracia no llegó a pasar y creo que tengo una deuda que saldaré con él haciendo unas empanadas y dedicándoselas, aunque no le llegue ni a la suela de los zapatos como panadero.


Volviendo a los recuerdos, tengo en la cabeza todas aquellas navidades, sobre todo los días 6 de enero, en los que mi tía, mi tío y mis primas. Costumbre que duró muchos años, y que creo que se mantenía ya que mis tíos son los padrinos de mi hermano Arturo y eso hacía que nuestra relación fuera mucho mas cercana. Luego el tiempo pasa, y las costumbres que creemos que serán eternas, de pronto un día terminan y nunca vuelven, y quieras o no da pena, aunque la verdad es comprensible que con los años era cada día mas complicado juntarnos todos. Aún así, ese tipo de relación no la teníamos con ningún otro de nuestros tíos.

En resumidas cuentas, mi Tio Ángel era una gran persona, con sus defectos y sus virtudes, que sin duda alguna ha tenido en sus hermanos un apoyo que no todo el mundo puede presumir de ello, una familia que le adoraba, y unos sobrinos (por lo menos mis hermanos y yo) que le hemos querido lo mejor que hemos sabido, demostrando que estabamos ahí cuando nos han necesitado y estando cerca hasta el último aliento. Recuerdo que una mañana de viernes del mes de diciembre del año pasado, poco antes de morir, yo no trabaja, y sabiendo que podría hacerle un rato de compañía a mi Tío, cogí su coche y me dirigí al hospital, allí le encontré en la cama, con cara de cansado, pero animado, con ese ánimo que solo una persona como él podría tener. Estaba mi tía y luego llegó mi prima María (como le gusta que la llamen a ella), me pidieron que les ayudara a levantarle, le sentamos en la silla y ellas se fueron a comer y yo me quedé con él haciendole compañía y charlando y como no podía ser de otra forma nos pusimos a hablar de caza, y recuerdo que me contó una cacería a la que fue con el abuelo a la zona de Campamento con un general amigo del abuelo y estuvimos hablando sobre como se cazaban los conejos, de como se cocinan, y de múltiples anécdotas sobre el tema. Esa fué la ultima vez que hable con él, y con ese recuerdo me quedo. Una de las personas mas duras que he conocido y creo que sin duda conoceré, buena gente y buen Tío.