Caza, pesca, naturaleza y vida

04 agosto 2009

He vuelto 1ª PARTE

Después de mucho tiempo y de muchas cosas ocurridas he decidido volver a escribir sobre lo que mi blog cuenta, Caza, pesca, naturaleza y Vida. Si bien las próximas 2 o 3 entradas sean mas bien referentes a la última de las palabras del título de este blog: VIDA.



No recuerdo cuando fue la última publicación que hice, pero si que recuerdo que han pasado al menos 2 hechos fundamentales en mi vida que son dignos cada uno por separado de tener una entrada muy muy amplia en este blog. Las dos podrían resumir lo que es la propia VIDA, el nacimiento de Alma y la muerte de mi Tío Ángel. Dos acontecimientos antagónicos y que sin embargo nos hacen ver que la vida es eso, nacimiento y muerte.

Sin lugar a duda la desaparición de mi Tío Ángel ha sido un duro golpe para la familia, ya que desde pequeños veíamos a mi padre a sus hermanos como una unidad indestructuble pasara lo que pasara, y el paso del tiempo te hace ver que eso tan solo es una ilusión fruto de la mente de un niño que todavía no ha descubierto que la vida no solo son cosas buenas.

Mi Tío Ángel para mi era lo que podíamos llamar el tío favoríto que todos tenemos, por afinidad, por momentos compartidos y por forma de ser. Son innumebles las ocasiones que hemos pasado juntos, en la fábrica, en comidas, en días de campo tanto de caza como de pesca y eso hace que los lazos se estrechen. Un factor muy importante para esa unión también era que siempre me preguntaba que tal me iba con el baloncesto, ya que a él le gustaba mucho el baloncesto, como también le gusta a mis primas y eso quieras o no a mi me encantaba, ya que no es habitual que alguien te pregunte por algo que para la mayoría de la gente desde fuera se ve como una perdida de tiempo en una afición mal pagada que sin embargo a el le interesaba y siempre estaba con el cachondeo de si me llamaba el Real Madrid para entrenar porque así no vamos a ninguna parte. Desde luego las jornadas de caza y de pesca han sido de las cosas que mas nos unieron ya que son muchas las horas que compartes, muchas comidas contandonos mentiras sobre los lances del día y sobre batallitas del pasado que no se como se las apañaban tanto mi padre como él para contarlas con una gracia especial, sobre las cacerías con el abuelo, sobre los caballos, sobre los galgos y sobre muchas otras cosas.

De mi Tío siempre recordaré el cariño especial que le tenía a la tierra que le vio crecer, todos aquellos pueblos colindantes a lo que conocemos como "el pueblo de la abuela", donde sin ninguna duda tuvo la mejor de las juventudes, cazando, pescando, caminando y creciendo en un entorno absolutamente salvaje en aquella época, donde no había ni agua corriente ni luz eléctrica, pero que sin duda daba muchas mas satisfacciones personales que problemas. Ese pueblo llamado Villanueva de Argecilla ha sido escenario de innumerables historietas que contados por ellos te trasladaban a un mundo que para nosotros desde luego es inconcevible. Pocas veces he estado yo en ese pueblo, y la verdad es que posiblemente no vaya nunca mas, aunque siempre me quedaré con la curiosidad de saber como era la famosa Fuente de la Tobilla a la que hacían tantas veces referencia tanto mi tío como mi padre. Bueno, sin perdernos en estas referencias, y para que se entienda el por qué hago referencia "al pueblo de la abuela", creo que en todas sus facetas esa larga estancia en el pueblo, marcó a mi tío en su forma de ser y en su forma de vivir. Le dotó de una dureza absolutamente indiscutible e increible, que tan solo una enfermedad como el cancer, que hoy por hoy sería capaz de llevarse por delante al mismo Superman, pudo con él. No solo le dotó de esa dureza, sino también de unos conocimientos sobre el campo mas que destacables (siempre desde un punto de vista tradicional) pero no han sido pocas las veces que desde el coche yendo a pescar o a cazar decía: "mira, eso es cebada" y mi hermando Alfonso que es Ingeniero Agrónomo alucinaba de ver como lo distinguia a la distancia que lo hacía y lo mejor de todo es que no se equivocaba.

Otra de las grandes facetas de mi tio ha sido la culinaria. Si algo me gustaba y ahora siento que no hayan sido muchas mas veces, era hacer empanadas en la fábrica. Como siento ahora que solo haya sido en dos ocasiones pude hacer empanadas codo con codo con mi Tío. Que facilidad, que maestría y que saber estar en un obrador. El último día que hicimos empanadas, hicimos 7, nos ayudo Jesús García, que se partía de risa cuando me veía por ahí toqueteando y manchandome de harina ( la verdad es que se partía cuando veía a uno de los jefes TRABAJANDO). Sin duda aquella mañana la guardaré con muchisimo cariño, ya que estando ya muy malito, a finales del mes de Noviembre del 2008, y sabiendo lo enfermo que estaba todavía le quedaba el suficiente genio como para decirnos "cuando salga del hospital, una mañana hacemos unas empanadas y nos las comemos todos juntos". Esto por desgracia no llegó a pasar y creo que tengo una deuda que saldaré con él haciendo unas empanadas y dedicándoselas, aunque no le llegue ni a la suela de los zapatos como panadero.


Volviendo a los recuerdos, tengo en la cabeza todas aquellas navidades, sobre todo los días 6 de enero, en los que mi tía, mi tío y mis primas. Costumbre que duró muchos años, y que creo que se mantenía ya que mis tíos son los padrinos de mi hermano Arturo y eso hacía que nuestra relación fuera mucho mas cercana. Luego el tiempo pasa, y las costumbres que creemos que serán eternas, de pronto un día terminan y nunca vuelven, y quieras o no da pena, aunque la verdad es comprensible que con los años era cada día mas complicado juntarnos todos. Aún así, ese tipo de relación no la teníamos con ningún otro de nuestros tíos.

En resumidas cuentas, mi Tio Ángel era una gran persona, con sus defectos y sus virtudes, que sin duda alguna ha tenido en sus hermanos un apoyo que no todo el mundo puede presumir de ello, una familia que le adoraba, y unos sobrinos (por lo menos mis hermanos y yo) que le hemos querido lo mejor que hemos sabido, demostrando que estabamos ahí cuando nos han necesitado y estando cerca hasta el último aliento. Recuerdo que una mañana de viernes del mes de diciembre del año pasado, poco antes de morir, yo no trabaja, y sabiendo que podría hacerle un rato de compañía a mi Tío, cogí su coche y me dirigí al hospital, allí le encontré en la cama, con cara de cansado, pero animado, con ese ánimo que solo una persona como él podría tener. Estaba mi tía y luego llegó mi prima María (como le gusta que la llamen a ella), me pidieron que les ayudara a levantarle, le sentamos en la silla y ellas se fueron a comer y yo me quedé con él haciendole compañía y charlando y como no podía ser de otra forma nos pusimos a hablar de caza, y recuerdo que me contó una cacería a la que fue con el abuelo a la zona de Campamento con un general amigo del abuelo y estuvimos hablando sobre como se cazaban los conejos, de como se cocinan, y de múltiples anécdotas sobre el tema. Esa fué la ultima vez que hable con él, y con ese recuerdo me quedo. Una de las personas mas duras que he conocido y creo que sin duda conoceré, buena gente y buen Tío.