Mi sueño es África.
Todo cazador tiene un sueño, un trofeo deseado, la cacería perfecta, el tiro perfecto y supongo que para todos los que amamos este deporte África supone el cénit de la caza. Tal vez han pasado ya los mejores años de caza en el continente africano, aquellos años donde la caza abundaba, el precio era asequible y la caza era algo realmente salvaje y cuando me refiero a algo salvaje es eso mismo, algo sin artificio, algo natural, sin adulteración técnica y mucho mas complicada de lo que resulta ahora. Mi padre que nunca deja de sorprenderme en la Venatoria de hace 2 años, cita a la que no faltamos porque siempre tenemos amigos allí con quien reencontrarnos y rememorar los últimos lances cinegéticos de la temporada, se saludó efusivamente con Toni Sanchez Ariño, cosa que me sorprendio y me agradó ya que para cualquier cazador saludar y conocer a este mito de la caza en África es todo un privilegio. Mientras recordaban algunas batallas y Toni nos decía que venía de cazar su elefante número 1033 creo recordar y esto me hizo pensar en todo lo que esos ojos habían debido ver en el continente africano, cuantos lances, cuantos peligros, cuantas aventuras y cuantas alegrías y desilusiones habría vivido allí despues de 40 o mas años trabajando como cazador profesional en África.
Con esta introducción quería hacer entender la dimensión que tiene el pensamiento de la caza en África para cualquier gran aficionado como puedo ser yo. Por medio de mi amigo Paco León con el que solo he tenido la oportunidad de cazar una vez pero prometo que no será la última y que esa tan solo fue la primera de muchas otras jornadas de campo que espero pasar con él, mas que nunca veo la posibilidad palpable de conocer África desde el punto de vista que me gustaría a mi conocerla, los safaris. Si bien ser cazador profesional está al alcance de unos pocos elegidos y que sinceramente creo que eso se nace y no se hace, porque son gente con un don especial para ello, el poder dedicarse a algo relacionado con la caza, en este caso como Paco, a organizar safaris, es también algo envidiable. Dentro de poquito va de nuevo para allá, como comentabamos ayer, como el que se va a veranear al mediterraneo. En su caso va 15 días de trabajo por safari y otros 15 días de ocio puro y duro. El tener la oportunidad de conocer esos paises desde dentro, con gente de allí, mezclarse con ellos, convivir con ellos, entender su vida y compartirla debe ser algo emocionante. En su blog en el que cuenta su experiencia en África, sus aventuras con los miembros Massai que tiene la gran suerte de conocer, el hecho de haber pasado noches a la intemperie con el ruido salvaje de la selva, de la auténtica selva donde los leones cazan y tu puedes ser una de las presas... Esas sensaciones son por las que yo y supongo que otros muchos envidiamos a la gente que tiene la oportunidad de vivir así.
Lo que si que tengo claro es que si algún día tengo la mínima oportunidad de hacer un safari lo haré, no me planteo hacerme los 5 grandes ni mucho menos, pero si ver la caza allí, poder contar algún día a mi gente, yo estuve en África y realicé mi sueño.
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