Cumpleaños del Morisco (22-10-2022)

    Se que el cumpleaños del Moro no es esa fecha, sino el día 3 de Octubre, pero por su 50 aniversario de vida decidió dar una pequeña fiesta para reencontrarse con viejos amigos, recordar batallitas y poder volver a vernos las caras muchos que llevamos demasiado tiempo sin hacerlo.

    Recuerdo al menos 3 o 4 cumpleaños que hemos organizado el Moro, el Vinnie y yo juntos y que han sido bastantes épicos. 

    Para ser sincero, me hizo mucha ilusión la invitación, me fastidió que Bea no pudiese ir, pero las circunstancias del momento no eran muy propicias, Bauer enfermo, mi suegra recién operada y yo con partido. La velada empezó muy bien, con un gran recibimiento por parte del anfitrión y reencuentro con muchos viejos amigos. Enumero la lista: Elena y el Tito, Mario Pinel, la lolichi, el moro, el Mago y Angélica, el duke, el Lu, Ana (ex de paco), mi hermano Alfonso y Bibi y el Vinnie. También viejos conocidos como Gerardo, las hermanas de Agustín, las hermanas del Moro, su sobrina (que cuando la conocí debía tener 9 años y ahora tiene 23), el charly (agrónomo), Sergio Quirós y su hermano Kike. A los demás no los conocía pero nos pasamos unas horas jugando al trivial sobre las aventuras y desventuras de los propios amigos del moro, picoteando algo de beber y comer y recordando muchas historias que hemos vivido juntos. La noche se torció un poco (por no decir mucho) cuando mi hermano me cuenta que la mujer de uno de nuestros amigos que estaba en la fiesta está con cáncer desde marzo. Se me cambió la cara y se me revolvió un poco estómago. Es un gran amigo, muchas cosas hemos compartido, responsable de que yo tenga el veneno del basket en las venas y después de 28 años que han pasado de la primera vez que me senté en un banquillo como segundo entrenador suyo, no podría entender la vida sin el baloncesto. Pues bien, ese amigo, con el que ciertamente no tenemos el contacto que deberíamos tener, seguramente no, absolutamente convencido de que ha pasado y está pasando un infierno y por este tipo de vida que vivimos tan mecanizada, tan rápida, tan impersonal y tan repetitiva, habrá necesitado de nuestro apoyo y no sabíamos nada. Creo que es lamentable, es triste, y te hace recapacitar que es lo que estamos haciendo. Desde luego, desde hoy mismo, tengo que poner solución a este tipo de cosas. No puede ocurrir que un amigo no pueda recibir una llamada de ánimo ni saber si necesita algo en un momento dado por un problema como puede ser este y que no ocurra por dejarnos atrapar y llevar por esta vida de mierda, en la que vivimos una vida que podríamos decir que no es la nuestra, sino que estamos en ella, pero no como protagonista, sino como un espectadores, dejando pasar el tiempo, dejando ocurrir las cosas, desaprovechando situaciones para ser mejores personas. 

    Una vez le dije a mi gran amiga Elenita que cuando tenemos hijos dejamos de vivir nuestra vida para vivir la suya. Ella me contestó que ese pensamiento era triste, pero ahora creo que tiene mucho mas sentido que nunca. Tal vez no por el hecho de tener hijos en si mismo, que son una bendición, pero si que muchas veces dejamos de hacer cosas que hacíamos de forma habitual con la gente con la que teníamos contacto a diario y tanto esas cosas que hacíamos como ese contacto se va diluyendo. El Moro en su speech hablaba de algo parecido y relacionado. Vivir una vida que no es la nuestra. Parece que eso a él le hacía ser infeliz y que ha decidido cambiar algunos aspectos de su vida y a través de la psicología y el coaching tratar de ser él mismo, ser mas feliz, vivir una vida no se mejor, pero mas real o mas cierta. Conocerse y aceptarse es una de las partes mas importantes del autoconocimiento como persona y no es nada fácil.

    Después de esta mirada hacia el interior de nosotros mismo y dejando el lado transcendental del cumpleaños, me encantó volver a la gente que veo poco, conocer a aquellos que son importantes para un buen amigo como es el Moro y ver a aquellos con los que sigo teniendo mas contacto que siempre me alegra volver a ver.