Caza, pesca, naturaleza y vida

31 diciembre 2015

Desde la última vez han pasado muchas cosas

Como extraño aquellos tiempos en los que había una cosa que nunca me faltaba para casi cualquier cosa, tiempo. Desde el día 19 de Marzo de 2012 me incorpore a la plantilla de la fábrica como un panadero mas. Es un oficio que a nuestra familia le ha dado... Estos puntos suspensivos marcan donde acaba el inicio de un post que debería haber terminado y nunca hice, y que sin duda alguna nunca me hubiese gustado escribir, ahora con el paso del tiempo me siento capaz de hacerlo.


Hoy que ya es día 31 de Diciembre de 2015 se acaba el año en el que cerramos la Fábrica. Desde 1904 su actividad fue ininterrumpida y a dos generaciones de mi familia les ha dado todo aquello que tienen y que son. Por desgracia la crisis que atizó a nuestro país desde 2007 se llevó por delante nuestra empresa, no sin tener nosotros parte de responsabilidad. Creo que la gestión no ha sido correcta en los últimos años pero ya son parte del pasado y tan solo quiero quedarme con todo aquello que nos dio, la gente que por allí pasó y los buenos momentos que allí pasé. Lo demás solo llevaría a rencillas personales, a culparnos unos a otros y a levantar mucha mierda que sinceramente no me interesa por lo menos en estos momentos.

Estas líneas solo eran un preámbulo de lo que título de este post indica: "Desde la última vez han pasado muchas cosas." Ahora mismo y mas desde el día 9 de octubre de 2014 el sentido de mi vida cambió radicalmente, Nació Clara, el ser mas maravilloso que nadie pueda imaginar. Nació por cesárea y a los 4 días de nacer nos confirmaron que tenia Síndrome de Down. Tan solo he sentido 2 veces en mi vida una sensación de incertidumbre tan grande como para no poder conciliar el sueño. La primera fue por una razón absurda, pensar que había defraudado a mi padre, que me mantuvo sin poder dormir 2 días, cosa que nadie sabe y que tan solo quien lea y me pregunte por esto lo sabrá y la segunda vez ha sido por la tensa espera por conocer unos resultados de un test genético que en el fondo, en lo mas profundo de mi corazón y de mi cabeza, no quería que fuesen los que iban a ser pero algo me decía que iban a ser así.

Fui solo a recogerlos, me hicieron esperar mucho. Estuve sentado en una sala dando vueltas a la cabeza no al hecho en si mismo de tener un hijo con síndrome de down sino en como esto iba a cambiar radicalmente tanto nuestras expectativas de futuro como nuestras prioridades. Cuando la señorita me dio el resultado y me confirmó que era positivo la sensación fue extraña, sentí mucha paz en mi interior y de hecho, la siguiente noche pude dormir perfectamente, pensando en que nuestra hija era perfecta y que tendríamos que ayudarla para recorrer un camino duro pero que sin duda lo conseguiríamos. De hecho para mi fue mucho mas duro tener que decírselo a mi mujer, a mis suegros o a mis padres que el enterarme yo mismo. Recuerdo una llamada esa misma tarde de mi hermano Alfonso en la que ninguno de los dos éramos capaces de pronunciar una palabra sin que nos temblara la voz que recuerdo con enorme cariño ya que una vez mas supe que mi familia iba a estar ahí siempre que la necesitara tanto en lo bueno como en lo malo.

Así nos adentramos en un mundo para muchos (nosotros incluidos) totalmente desconocido como es el de los niños con necesidades especiales, discapacitados, síndrome de down o como queramos llamarle. Desde nuestra primera visita a la fundación en la que por cierto, me derrumbé estrepitosamente al recordar lo duro que fue para una madre con una niña con parálisis cerebral que teníamos en el club de baloncesto tres cantos al contarme sus penas y pedirme ayuda para que su hija no se sintiese excluida y sentir esa impotencia de no saber como poder ayudarla. Esa sensación era la que yo no quería sentir, y por lo que voy conociendo es posible que la experimentemos pero en menor medida. Solo hemos recibido ayuda, cariño y mucha información para poder manejar una situación que no es fácil. Tener un hijo discapacitado condiciona tu vida, tu trabajo, tu tiempo y hay que hacer verdaderas filigranas para llegar a todo.

A raíz de la incorporación de mi mujer a su trabajo después de la baja maternal y por la mala situación laboral que estaba pasando yo en la fábrica. diseñé un plan de futuro, al menos inmediato, que de momento nos ha permitido cubrir todas las necesidades de Clara para su estimulación temprana, guardería y demás y que a mi me permitiera dedicarme a mi pasión de forma profesional para ganarme un sueldo a la vez disponía de tiempo para mi hija (conjunción casi perfecta). Así que ahora mismo, me considero un afortunado por dedicarme a algo que me gusta, tener tiempo para mi hija y ver como poco a poco va evolucionando y poder disfrutar de ella y como nos dicen en todos lados, disfrutar del aquí y el ahora y pensar en el futuro lo mínimo.